Los trabajadores que cotizan en el Régimen Especial de la Seguridad Social se les reconocen numerosas prestaciones, no obstante no son suficientes para cubrir los numerosos imprevistos que pueden surgir en el desarrollo de su actividad y menos para asegurarnos una jubilación que pueda mantener nuestro estilo de vida, es por eso que debemos complementar nuestra cobertura con una serie de seguros que anclen nuestro bienestar presente y por supuesto futuro.
Entre los principales tipos de seguros, debemos destacar:
En muchos casos no es obligatorio, sin embargo para algunos sectores es imprescindible, para ello debemos consultar el convenio colectivo.
Aunque éste no tenga carácter obligatorio se podrían evitar posibles riesgos derivados de la actividad.
El seguro de salud representa la forma de asegurarse una mayor cobertura y mejorar su situación en caso de enfermedad, accidente laboral o cese de actividad, contribuyendo a la reducción de listas de espera tanto para medicina como para intervenciones quirúrgicas.
Tanto el seguro de vida como el de accidentes, sirven para asegurarse de que tanto el trabajador como su familia quedan cubiertos en caso de fallecimiento , accidente o en el caso de no poder volver a ejercer su profesión.
Cubren las bajas laborales o incapacidades laborales temporales. Se suelen contratar por una cantidad fija diaria a percibir en caso de que el trabajador no pueda ejercer su actividad. Existe la posibilidad de indemnización en caso de incapacidad permanente total.
Su objetivo es garantizar la capacidad económica del trabajador autónomo en el caso de sufrir algún incidente que le impida el desarrollo de su profesión.
Puede contratarse adicionalmente la invalidez total y permanente para la profesión habitual, invalidez absoluta y permanente para cualquier tipo de trabajo y gran invalidez
La mayoría se concentran en planes de pensiones y PPA, los únicos productos financieros que cuentan con deducciones fiscales en las aportaciones no obstante existen otras alternativas que persiguen el ahorro finalista pero que no tienen deducción en el momento en el que se aportan, sino cuando son rescatados. Otros son los Unit Link, los PIAS y los SIALP
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Nosotros marcamos la diferencia entre estar asegurado o sentirse seguro.